Me encanta oir mentiras cuando sé la verdad. Ya saben. Esas situaciones en las que alguien te cuenta algo que cree que no sabes pero en realidad sí. Y escuchas todas esas falsas mentiras sobre el tema y te da por reirte porque realmente sabes lo que pasó. Y dejas a esa persona tan muerta que su cara se queda sin palabras porque cualquier intento de arreglarlo es inútil. ADORO ese tipo de situaciones.
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